¿Adaptarse o morir?

MUNDOBONNE

Estaba pensando y repensando una idea que tenía acerca de lo que escribiría en nuestro blog colaborativo, que tan bien está llevando el compañero JP. La creación de la página es fruto de la idea del profesor de la asignatura Neocartografía, asignatura que estamos viendo en el máster que cursamos, con el ánimo de que nos introduzcamos en el mundo cibernético y nos acostumbremos a utilizar sin complejos las herramientas que nos ofrece la web 2.0 y su futuras evoluciones.

Me ha llamado la atención desde el inicio del curso cómo esta «neodisciplina» es capaz de llamarse de varias maneras según convenga o guste, a saber: Neocartografía, Neogeografía o IGVInformación Geográfica Voluntaria–. Puede que mis compañeros de grado fueran testigos en la asignatura dedicada al pensamiento geográfico que impartía el profesor Pillet, la cual no cursé por circunstancias de la vida, de qué es ésto, pero para mí ha sido la primera vez que he entrado en contacto con ella. No quiero que la persona lectora intuya con ello que soy un ignorante de mi ciencia, pues nos han llegado a colapsar las «neuronas pensantes» con el objeto de estudio de la Geografía, si sólo existe la  Geografía Humana, si no hay más Geografía que la Geografía Física, si no eres cuantitativista no eres nadie, y otros tantos dilemas que acompañarán, supongo, durante toda la vida, al «geografito de a pie». Pero, y para más INRI, apareció la Neogeografía.

¿Dónde estoy? ¿Qué hay aquí? ¿Dónde está el metro? ¿Dónde está la tienda más barata? San Google lo sabe y te responde en mapa; San OSM también y encima se retroalimenta por todos, gratis y explotable económicamente, lo cual implica la necesidad de esforzarse el doble para ganarse la vida haciendo mapas. Pero, ¿ésto nos representa a los geógrafos? Creo que no, al menos todavía no; lo peor de todo es que no sé si es bueno o es malo, lo gracioso de todo es que cuando uno se introduce en eso que llaman programación, en eso que llaman usabilidad, en fin, en eso que hacen los ingenieros, intentando buscar la «tecnificación» que no ofrece una ciencia clásica, uno llega a cuestionarse casi su identidad y empieza a querer volver a reconocerse y piensa: “menos mal que después tendré Cartografía Geológica y Geomorfológica y Modelos Cartográficos Ambientales y qué pena que me coincidan asignaturas de mi especialidad con las de otras…”.

Ahora que la coletilla “… y Ordenación del Territorio” nos sentaba tan bien a los geógrafos  se nos abre el mundo digital y se nos hace obligatorio entrar en él. Por ello el adaptarse o morir.

            Es complicado.

Publicado por Bernabé M.R.